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Capítulo VIII: La Noche del Jaguar

Cuando me hice a la idea de que en marzo de 2017 iba a viajar a Lofoten, ya tenía en mi mente algunas de las fotos que quería traerme a casa. Había visto fotos de muchos de los que para mí son los mejores fotógrafos paisajistas, y me había hecho una idea de lo que en podría encontrarme en las islas. Entre las fotos que más me impresionaban había muchas tomadas desde puntos muy altos, y que daban una visiones espectaculares de las diferentes islas que forman el archipiélago. Ahora bien, muchas de esas fotos se quedaban fuera de mis pretensiones. El desconocimiento del lugar al que íbamos a ir, sumado a unas condiciones no muy recomendables para hacer excursiones (os recuerdo que días antes de llegar a Lofoten cayó una nevada que cubrió de blanco montañas y pueblos), hicieron que en ningún momento me planteara sacar fotos tan espectaculares como las de esos grandes fotógrafos, y pensé que era mejor dejar eso para Max Rive, Daniel Kordan, y todos aquellos estupendos fotógrafos que conocen bastante bien la orografía noruega.

Sin embargo, había una serie de fantásticas fotografías sacadas también desde sitios altos, y hechas por grandes fotógrafos españoles (entre los cuales están Javier de la Torre y David Martín Castán), pero que me daba la sensación de que no podían haber sido hechas desde sitios tan altos, por lo que, probablemente, no sería difícil encontrar la zona desde la que estaban hechas. Durante los días que estuvimos en la zona de Reine estuve intentando localizar el punto exacto desde el cual podrían haber sido hechas aquellas fotos. Y lo cierto es que desde el primer o segundo día me fijé en una zona que me pareció que podría no estar muy lejos de donde aquellas fotos podrían haber sido hechas. 

Una mañana se lo comenté a César, Javier y Alfonso, y al principio creo que no lo veían muy claro. Les propuse acercarnos de día y comprobar si yo tenía razón y el punto al que yo me refería sería el punto desde el cual aquellas fotos habían sido sacadas. Al principio no lo veían muy claro, pero finalmente César y Javier decidieron venir conmigo.

El camino de subida no fue fácil. La pendiente, la nieve y la falta de huellas claras que pudieran ayudarnos a seguir un camino fiable nos hicieron ir lentos. Ahora bien, según íbamos subiendo, me iba convenciendo de que mi corazonada era buena, y de que íbamos a llegar al sitio que íbamos buscando. Un rato más tarde llegamos a un punto que me hizo sonreír de satisfacción. Se trataba de una explanada desde la cual teníamos una impresionante vista de Reine. Además, a nuestra izquierda se encontraba un lago congelado que también habíamos visto en las fotos que os comento. Sí, estábamos en el sitio al que tantas ganas tenía de ir. 

Vimos que todavía podíamos subir un poco más, de forma que la vista del lago y de Reine fuera aún mejor. Además, la intención era sacar una foto nocturna desde ese lugar, así que lo mejor era encontrar de día un sitio en el que pudiéramos colocarnos los 4 y desde el que pudiéramos sacar una buena foto, pues moverse de noche por una terreno como aquél, sin haberla reconocido antes no era nada recomendable.

La última tarde que pasamos en Hamnoy yo tenía claro que quería dedicarla a subir a aquél punto que el día anterior ya habíamos encontrado e intentar sacar una foto panorámica del conjunto de islas. Si, además, teníamos la suerte que habíamos tenido las noches anteriores, y la Dama Verde quería acompañarnos, eso ya sería enorme.

Reconozco que me puse muy pesado con querer subir a ese punto. Creo que ninguno de mis compañeros de viaje veían tan interesante como yo sacar aquella foto, pero imagino que vieron que se trataba de una foto que quería hacer, por lo que no puedo menos que agradecer desde aquí que se pegaran la pateada conmigo para subir a hacer esa foto-capricho. 

Así que volvimos al punto desde el cual habíamos comenzado la subida, e hicimos de nuevo el recorrido que habíamos hecho con luz de día, eso sí, con bastante menos luz. Cuando llegamos al sitio que íbamos buscando, con tranquilidad encuadramos, enfocamos, e hicimos pruebas. Fotos horizontales, verticales, panorámicas... Todo era, en parte, por hacer tiempo esperando que la luz del sol se apagara y, con suerte, que la verde se encendiera. La previsión no era mala, todo lo contrario. Cielo despejados y actividad de auroras importante. Había que esperar que se cumpliera.

Y cuando la luz del sol cayó, comenzó el espectáculo. Si las noches anteriores habíamos tenido una fiesta de luces verdes, lo de aquella noche nos dejó con la boca abierta. Fue algo como fuegos artificiales de luces de color verde. Luces que aparecían y se movían por la derecha. Que aparecían y se movían por la izquierda. Fue de menos a más, hasta que, una noche más, el cielo se tiñó de verde. Y mientras todo esto pasaba, 4 tíos subidos en un saliente de no más 3 metros cuadrados gritando cosas como "¡Ya está ahí!" o "¡Mira a la derecha!", o "¿Has visto a la izquierda?" o "¡Fíjate, fíjate cómo gira!". Así estábamos. Como niños con zapatos nuevos.

Creo que mereció la pena subir. Y no lo digo porque la foto que sacamos nos dejara contentos, que, en general, creo que sí, sino porque vivir un espectáculo como el que vivimos en aquel alto, con esas luces verdes bailando sobre el cielo de Lofoten es algo que creo que no olvidaré fácilmente.

Esta fotografía es una panorámica compuesta por 6 fotografías verticales. Los datos EXIF, como siempre, los podéis ver más abajo.

Y por último, el título. Quizá alguno tenga curiosidad y se pregunte el por qué de ese título. ¿Alguna vez habéis jugado a ver formas de animales en las nubes? Sí, eso de ver cocodrilos o elefantes volando por el cielo. Es curioso, pero con las luces verdes también pasa lo mismo. Pues bien, yo, esa noche, vi un jaguar. ¿Que por qué un jaguar y no un leopardo, por ejemplo? Sencillo. ¿Conocéis el logotipo de la famosa marca de coches? ¿No? Pues buscad, buscad... ;-)

Los datos EXIF:

mara: Canon 6D 
Focal: 14 mm 
Exposición: 2 sg 
Apertura: f/2.8
ISO: 3200


5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Fue una noche muy emocionante, Vicente. Enhorabuena por haberlo encontrado, y muchas gracias por comentar!!

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  2. Yo también lo he visto. Que envidía!!!

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  3. Yo también lo he visto. Qué envidia!!!

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    1. Se ve claramente, verdad? Muchas gracias por comentar, María Isabel!!

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